El lenguaje corporal es un elemento crucial en la comunicación, incluso cuando estamos sentados/as. Una buena postura proyecta confianza, profesionalismo y contribuye a una comunicación efectiva.
Un estudiante de la academia nos preguntó cómo debería ser un buen lenguaje corporal cuando está sentado, así que le compartimos algunas recomendaciones que nos pareció importante compartirte a vos también:
Recomendaciones esenciales para manejar tu lenguaje corporal
Mantené una postura erguida y relajada
Esto es la base de un buen lenguaje corporal. Por eso, asegurate (las veces que sean necesarias) que tengas la espalda recta y los hombros relajados. ¡No te encorves o encojas los hombros! Quienes te escuchan podrían pensar que tenés falta de confianza.
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Pies en el suelo o ligeramente hacia adelante
La manera en que colocas tus pies es clave para mantener una postura estable. Por eso, tratá de dejarlos planos en el suelo o un poco hacia delante, y con una distancia cómoda entre ellos. Esto es importante: evitá balancearlos o moverlos de forma nerviosa, esto puede interpretarse como ansiedad o incomodidad. No queremos eso.
No cruces las piernas
Mejor mantené los pies en una posición natural y estable, como la que mencionamos antes. Cruzar las piernas puede proyectar nerviosismo o falta de seriedad.
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Cuidá los gestos de tus manos
Esto sí lo aprendemos en el curso: aprovechalas para enfatizar puntos clave o transmitir confianza (¿te acordás que hay gestos que se interpretan de manera positiva por la audiencia?, bueno, usá esos). Usá gestos moderados y apropiados, cuando las apoyes, hacelo en la semana o en tu regazo de forma relajada. ¡Evitá los movimientos excesivos! Pueden distraer a quienes están escuchándote.
Aprovechá el contacto visual
Es esencial que mantengas un buen contacto visual con la persona con la que estás hablando, esto te va a ayudar a que tu interés se note. Acompañá esto con una expresión facial adecuada (por ejemplo, el ceño fruncido no ayudaría) para que refleje tu compromiso y atención.
Adaptá tu postura al entorno
Si te encontrás en una reunión formal, vas a adoptar una postura más formal y profesional. Buscá ser flexible y entender las situaciones que te rodean para adaptarte. Cuando el ambiente es relajado, podés adoptar una postura más informal, pero siempre tratá de mantenerte profesional.
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Que sea natural
La clave en tu lenguaje corporal es la naturalidad. Practicá tu postura y gestos para que se sientan y se vean naturales, de esa forma, evitás parecer rígido/a o que estás forzando tus movimientos o postura.
Como Mai dice en el curso, el lenguaje corporal vale más que lo que estás diciendo. Entendelo como una herramienta poderosa en tu comunicación y empezá a aprovecharla.
Recordá: un buen lenguaje corporal refuerza tu mensaje y crea una impresión positiva en tu audiencia.
¡Nunca dejes de practicarlo!
¿Qué es lo que más te cuenta controlar o modificar de tu lenguaje corporal? Contanos abajo.
¡Hasta el próximo blog!
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